A partir de 1997, con la creación de SixDegrees por Andrew Weinreich, las personas han tenido la oportunidad de relacionarse y formar comunidades a través de plataformas digitales como YouTube, Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, entre otras. Las conocemos como redes sociales, y nos han servido desde entonces para compartir textos, fotografías, gráficas y videos, dependiendo del objetivo de cada red y de las preferencias de los usuarios.
Según un estudio de “We are social“ y “Hootsuite“ del año 2018, más de tres billones de personas ya usaban alguna red social, por lo que su impacto en nuestras vidas, para bien o para mal, es inevitable. Lo que determina si ese impacto es negativo o nos aporta incontables ventajas, es el uso que hagamos de ellas.
En primer lugar, hablemos de las desventajas más importantes para las personas. Las redes sociales pueden ser adictivas y convertirse en serias distracciones que nos llevan a perder el tiempo y energía que resultaría más útil dedicar a realizar tareas o actividades importantes, como nuestro crecimiento personal, hacer ejercicios, descansar, entre otros.
Las redes también pueden inducirnos a hacer comparaciones que distorsionan la imagen que tenemos de nosotros mismos o a concluir que nuestros estilos de vida no son tan buenos como los de otras personas, afectando nuestra autoestima y bienestar emocional. Adicionalmente, el uso de redes sociales podría exponernos, hacernos víctimas de críticas, ataques, amenazas o a peligros como estafas o suplantaciones de identidad, entre otros. Por eso, es muy importante tener cuidado con el tipo de información que compartimos en ellas y supervisar el uso que hagan de las redes los menores de edad a nuestro cargo. Finalmente, la exposición prolongada a pantallas podría causar problemas de visión, fatiga, fotofobia, insomnio y dolores de cabeza.
Por otra parte, el uso adecuado de las redes sociales aporta muchísimos beneficios:
Podemos comunicarnos y llegar a muchísimas personas de manera inmediata, sin importar en qué lugar del mundo se encuentren.
Permiten compartir y tener acceso a información actualizada sobre lo que está pasando en cualquier lugar del mundo y sobre prácticamente cualquier tema o materia.
Las redes son extraordinarias para el aprendizaje y el crecimiento personal.
Igualmente, las redes son fuente de entretenimiento. En ellas puedes ver fotos, videos, juegos, etc.
Las redes también permiten que puedan denunciarse situaciones serias que no son transmitidas por los medios de comunicación tradicional.
Aumentan tu visibilidad y pueden ser una fuente de oportunidades de trabajo y de negocios.
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, las redes sociales podrían ser muy positivas si les dedicamos una cantidad de tiempo prudencial y las utilizamos apropiadamente. De lo contrario, podría afectar nuestra salud, exponernos a riesgos serios, convertirnos en personas menos efectivas e incluso dañar nuestra autoestima y bienestar emocional.
Te invito a tomar consciencia sobre este tema, no solo pensando en lo que ves, también haciéndote consciente de lo que compartes, publicas y comentas. Aprendamos a usar las redes de manera adecuada, y si nos sentimos afectados por ellas de manera negativa, consideremos la posibilidad de hacer una pausa o tomar la decisión de cancelarlas. Nuestra salud, la seguridad y el bienestar emocional, son prioritarios.
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