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Foto del escritorLiz Torres

El Secreto de la Visualización Negativa

Actualizado: 19 abr 2022




Las personas tendemos a prestar atención o a frustrarnos por aquello que aún no tenemos. Pensamos que por esas carencias no somos felices.


Por eso hoy quiero invitarte a pensar lo contrario, independientemente de lo que creas que te falta. Todas hoy, somos o tenemos, algo maravilloso que disfrutamos. Podría ser el estar vivos, la salud, todos o algunos de tus cinco sentidos para ver, escuchar, oler, degustar o tocar; algún rasgo físico lindo, cara, cuerpo, piernas, cabello. Algo encantador de tu personalidad, tus valores, una pasión, un hogar, un trabajo, también una familia, alguien especial, un buen amigo, una mascota; en fin, lo que quiero proponerte es que pienses por un instante en cómo sería tu vida si eso que hoy tienes y tanto disfrutas estuviera a punto de acabarse o, simplemente, no existiera.


En este sentido, me gustaría compartirte una experiencia muy interesante que viví recientemente con mis hijos. En Estados Unidos la rutina diaria se vive a gran velocidad. Entonces, todas las noches antes de dormir, mis hijos y yo nos tomamos unos 20 minutos para conversar sobre alguna situación o problema que ellos puedan tener, resolver dudas o inquietudes, leer sobre algún tema interesante y compartir opiniones o simplemente, dar gracias por todas las bendiciones que disfrutamos y las experiencias positivas o de crecimiento del día.


Una de estas noches, le pregunté a mis hijos: “¿qué les gustaría ser cuando sean grandes?“ y sin pensar demasiado, mi hijo Gabriele, de 11 años, contestó “yo quiero ser rico“. Confieso que en el momento quedé un poco desconcertada con la respuesta. Claramente, esperaba algo distinto. Sin embargo, me pareció que la vida me ofrecía una valiosa oportunidad que yo no podía desaprovechar. Le pregunté:“ ¿y cuánto dinero necesitas para ser rico?”. Respondió: “no estoy seguro mamá. Por ejemplo, ¿qué te parece 5 millones de dólares?”. Entonces, le propuse lo siguiente: “Te doy 5 millones de dólares a cambio de tu salud”, y me contestó: “Claro que no“. Luego le dije: “te doy 5 millones de dólares a cambio de tu inteligencia o tu talento para jugar fútbol”, y respondió: “por supuesto que no“. Repliqué: “entonces, te doy 5 millones de dólares a cambio de tu hermana o de tu mejor amigo“, y me dijo:


“No mamá. Impensable“. Finalmente le dije: ¨querías 5 millones de dólares y acabo de ofrecerte 15 a cambio de personas, cosas y talentos que ya tienes y me dijiste que no. Significa que tu fortuna y riqueza hoy superan los 5 millones de dólares. Entonces, ¿para qué quieres esperar a ser grande para tener 5 millones de dólares si hoy, con 11 años tienes mucho más que eso?. A lo que mi hijo contestó: “tienes razón mamá. ¡Qué tontería!. Acabo de darme cuenta de lo afortunado y rico que soy ahora. Gracias.“ Y todos nos fuimos a dormir con sonrisas de satisfacción, ricos abrazos, besos y “te amos”.


Este ejercicio está inspirado en una práctica conocida como visualización negativa que tiene su origen en filósofos estoicos como Epicteto, Marco Aurelio y Séneca. Recordemos que el estoicismo era una escuela filosófica que buscaba la felicidad, sabiduría e imperturbabilidad, prescindiendo de bienes materiales, practicando el dominio de las pasiones, mediante la virtud y la razón. En el curso de La Ciencia del Bienestar de Yale, la profesora Laurie Santos nos enseñaba que la visualización negativa consistía en imaginar que nos ocurren cosas terribles, se acaban o perdemos talentos, virtudes, personas o cosas valiosas para nosotros, obligándonos a tomar consciencia de cuan afortunados somos en el presente y cuantas razones tenemos para sentirnos agradecidos y felices.


Cada mañana al despertar, recuerda que es un milagro disfrutar de un día más de vida. Cada imagen hermosa, cada melodía o palabra dulce que escuches, cualquier olor o sabor agradable, respirar, caminar, un amanecer, un atardecer, un lindo lugar, ver o compartir con un ser amado, tu familia, hijos o amigos, tener un trabajo o un hogar, cuando millones de personas darían lo que fuera por estar en tu lugar, son regalos maravillosos que no pueden pasar desapercibidos.


¿Cambiarías tu percepción de todo lo que eres o tienes si te dijera que hoy es el último día que lo disfrutarás?. Todo es temporal, incluyéndonos. Nada está garantizado para siempre. Entonces, te comparto este ejercicio y te invito a tomar consciencia de tu riqueza infinita. Disfrútala, agradécela y genera bienestar y plenitud de manera instantánea cada vez que lo desees.

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