top of page
Buscar
Foto del escritorLiz Torres

Lo que percibes fuera es el reflejo de tu interior.

Actualizado: 19 abr 2022


La conducta de los seres humanos es un tema fascinante para mí. Los psicólogos suelen definirla como la manifestación de la personalidad o la expresión de las particularidades de las personas.


Desde pequeña observaba el comportamiento de adultos, jóvenes y niños: mis padres, maestros, amigos. También, el de personas a las que sabía que no le agradaba, y, a medida que he ido creciendo y madurando, me he enfocado en el mío, que es realmente, el único del que puedo responsabilizarme.


A lo largo del tiempo, he investigado y conversado con profesionales y he tenido algunas revelaciones interesantes que han cambiado por completo mi manera de percibir lo que sucede fuera de mí y me han aportado muchísimo crecimiento y bienestar.


Por ejemplo, he entendido que cuando una persona critica y juzga constantemente a otras, aunque desee parecer superior, es muy probable que tenga un serio problema de autoestima. En otras palabras, cuando escuchamos a alguien decir “no haces nada o no sirves para nada”, muy probablemente estemos frente a alguien que tiene ese concepto de sí mismo, este consciente de ello o no.


Ahora bien, si entender que alguien que juzga permanentemente no es superior sino todo lo contrario me resulto interesante, mayor fue mi impacto cuando comprendí la utilidad que tratar con alguien así podía aportarme. Por ejemplo, si tomaba consciencia de que esta conducta me molestaba muchísimo, aplicando la Ley del Espejo, que afirma, que el mundo exterior es un reflejo de nuestro mundo interior, entendía que esa persona podía estarme mostrando un aspecto de mi que debía revisar y mejorar. Probablemente, en algunas oportunidades yo tenia una conducta similar, criticaba y juzgaba a otros o a mi misma. Pero además podía advertirme que yo tampoco me sentía suficiente, porque las personas que conocen su verdadero valor no se sienten afectadas por las opiniones de los demás. Ellas saben quienes son y no necesitan validación externa alguna.


De esta misma manera sucedía cuando me encontraba frente a alguien agresivo o violento, que realmente sentía miedo o frustración y por eso percibía una realidad que lo atacaba. Otro ejemplo, seria cuando trataba a alguien prepotente, que realmente sentía inseguridad y percibía una realidad que no podía manejar, etc., teniendo lugar el mismo análisis respecto a cualquier aspecto de mi que yo también tuviera que modificar.


Una vez que entendí esto, comencé a ver a las personas desde otra perspectiva, dejé de etiquetarlas y empecé a apreciarlas como maestros. Algunas de estas personas que antes evitaba o juzgaba, empezaron a brindarme oportunidades para identificar mis propios problemas, aprender y crecer, y mágicamente, en la medida en que trabajaba mis propias creencias y comportamientos y sanaba, mi realidad y mis relaciones resultaban cada vez más agradables y enriquecedoras. Realmente, no se trataba de que no hubiera circunstancias adversas o difíciles, sino de que mientras más profunda era mi transformación personal, más paz lograba, elegía y daba mejores respuestas a mis circunstancias y obtenía resultados mas positivos, que me llevaban a un estado de mayor plenitud y agradecimiento.


No se trata de una meta fácil. Lleva tiempo lograr responsabilizarte de esta forma, ser honesta contigo misma, identificar tus creencias y conductas limitantes, sustituirlas por otras que te potencien y te faciliten confiar en ti misma. Pero, no creo en imposibles y lograrlo supone un cambio milagroso que vale bien el esfuerzo experimentar. El simple hecho de haber descubierto que lo que ves afuera es una proyección de lo que está en tu interior, y saber que tienes el poder de empoderarte y cambiar tu realidad ya es un gran avance. ¿Lista para comenzar?

Entradas recientes

Ver todo

Commenti


bottom of page