El saboreo viene del término en inglés “savoring“, que fue descrito en el modelo creado por los profesores de psicología Fred Bryant y Joseph Veroff, y se refiere a hacer una sola cosa que te gusta a la vez, bajar la velocidad, prestar atención a lo que estás haciendo en el momento presente, para disfrutar y apreciar los aspectos positivos de la vida y aportarte bienestar.
Existen algunas claves para saborear las experiencias positivas que vives y potenciar las emociones que te generan así como tu felicidad. Te comparto algunas muy interesantes expuestas por la profesora Laurie Santos de la Universidad de Yale en su curso la Ciencia del Bienestar:
Primera clave:
Prepárate para la experiencia.
Una forma de maximizar las experiencias es prepararlas con ilusión y anticipación.
¿Alguna vez has planificado un evento o viaje? Hace poco más de un año, planifiqué un viaje a Washington con mi hermana y dos amigas. Nos reunimos para organizarlo y elegir el mejor día y hora para para viajar de ida y el regreso. El tiempo que estaríamos allí, qué lugares visitaríamos, qué tipo de ropa llevaríamos, etc.
La experiencia fue maravillosa, disfrutamos momentos muy lindos juntas, nos pasaron cosas inesperadas, nos trajimos hermosos recuerdos, fotos y videos. Planificar con anticipación esa experiencia nos permitió saborearla al máximo incluso antes de vivirla.
Segunda clave:
Enfócate y disfruta la experiencia en el momento que la estés viviendo.
Saborear la vida implica vivir la experiencia en el momento presente, enfócate en ella, en los detalles, disfrútala. No te distraigas con el celular, con una llamada, chat, las redes sociales o con pensamientos saboteadores como: “esta experiencia pudo haber sido mejor si …”, o “qué maravilloso todo esto, pero pronto se va a terminar”, o “no merezco algo tan bueno”.
Por el contrario, mantente en el presente. Siente cuán afortunada eres por estar viviendo ese evento. Eso te permitirá disfrutar mucho más, sentirte agradecida y tener mucho más que recordar y más emociones positivas que asociar con esa experiencia cuando termine.
Tercera clave:
Regularmente, recuerda tu experiencia bonita y revive las emociones positivas que te produce.
Las personas tenemos la tendencia a pensar una y otra vez en nuestras experiencias negativas y revivir las emociones que ellas nos generan y sentir una y otra vez las emociones tóxicas que nos generan. Te propongo algo mucho más útil, cuando vivas una experiencia negativa en lugar de sentir culpa o torturarte pensando “debí hacer o no hacer esto o aquello”, pregúntate para qué ha sucedido y qué debes aprender de ella. Luego suéltala y déjala ir.
Por el contrario, cuando vivas una experiencia bonita, disfrútala y piensa en ella regularmente, a través de tus recuerdos, memoria o usando fotos, videos, souvenirs o cualquier cosa que asocies con la experiencia, para que vuelvas a vivir las emociones positivas que te genera. Esta es una manera sencilla y efectiva de saborear al máximo esa experiencia y regalarte salud y plenitud cada vez que lo desees.
Cuarta clave:
Comparte las emociones positivas que te genera la experiencia.
Así como prepararte para la experiencia y deleitarte mientras la vives te genera bienestar, estudios científicos demuestran que esa felicidad se potenciará si la compartes con otras personas. Entonces, te propongo a compartir con esa gente positiva de tu entorno que te inspira, que te impulsa a avanzar, que se alegra con tu felicidad todo lo bueno que vivas y lo maravilloso que eso te hace sentir.
Saborear los buenos momentos de la vida, en los términos expuestos, es una práctica al alcance de todos, que te hace sentir afortunada y agradecida y aporta plenitud antes, durante, después de cada experiencia positiva o cada vez que tú lo desees.
Entonces, aprovecho esta maravillosa oportunidad para invitarte a a convertir en un hábito estas extraordinarias claves del bienestar.
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