A lo largo de esta semana hemos compartido valiosa información que nos permite conocer la visión y objetivos que ONU Mujeres se ha planteado. Su directora ejecutiva, la Señora Mlambo-Ngcuka, nos habla de un año 2020 que denomina Generación Igualdad, porque no solo mujeres y niñas, sino todos los seres humanos del mundo, sin distinción, cambiarán sus vidas por un mundo más justo. Nos recuerda que ha habido maravillosos avances: 131 países han sancionado leyes que apoyan la Igualdad de género; tres cuartos de los países han creado leyes que protegen a la mujer contra la violencia doméstica, más niñas que nunca asisten a la escuela: pero aún falta camino por recorrer: es urgente que todas las niñas y mujeres del mundo sepan leer y escribir, accedan a la educación, al mercado de trabajo y generen sus propios ingresos, que participen en todos los ámbitos de la vida, porque su aporte es invaluable.
Para el año 2030, se espera que 191 países adopten los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y metas del Milenio establecidas en Brasil en 2012; entre los cuales se encuentran: erradicar la pobreza y el hambre, garantizar la vida saludable y el bienestar, garantizar educación de calidad y oportunidades de aprendizaje, el empoderamiento de niñas y mujeres para lograr la igualdad de géneros, disponibilidad de agua, acceso a energías asequibles, entre otros que al final se traducen en lograr que el mundo sea un gran lugar para que todos los seres humanos y demás especies puedan vivir en armonía, con respeto y paz.
Estas son metas grandes, potentes, amplias a las cuales se puede llegar solo si los países, gobiernos, instituciones y organizaciones del mundo suman esfuerzos para construir un mundo más justo. Sin embargo, la semilla de la transformación no está en las grandes acciones… y les pregunto: ¿qué estamos dispuestas a hacer nosotras para lograr el lugar que nos corresponde en la sociedad y el mundo?
El mensaje de ONU Mujeres no está dirigido únicamente a mujeres en estados extremos de pobreza o de países en que solo se espera que trabajen en casa, paran y críen niños. Este mensaje es para todas. Es una invitación a tomar el control y las decisiones más importantes de nuestras vidas. A asumir nuestro derecho a prepararnos, a desarrollar nuestras habilidades, a hacer o trabajar en lo que nos apasiona, a producir, a ser económicamente independientes. A entender que es fundamental nuestra participación en todos los ámbitos de la vida e identificarnos como valiosas agentes de cambio.
Si nosotras potenciamos nuestras habilidades, adquirimos el conocimiento y experiencia necesarios para transitar el camino hacia nuestra realización, no solo nos sentiremos satisfechas y felices, también tendremos la capacidad y las herramientas para influir en quienes nos rodean, especialmente en nuestros familiares y, en caso de tenerlos, en nuestros hijos. Nosotras podemos representar y hacer que nuestro entorno humano más cercano desarrolle ese liderazgo ético que hace falta para construir el mundo justo que todos soñamos. La familia es la célula de todas las sociedades, impactando en la nuestra estaremos iniciando el cambio que se requiere para formar a los líderes que mañana acordarán las grandes transformaciones a las que apuesta ONU Mujeres.
Yo ya levanté mi mano y acepté este reto. No esperes más. Te necesitamos.
Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres.
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