Si existe algo que me maravilla es el poder que tenemos de impactar en la vida de otras personas. Dentro de este grupo de personas influyentes, los padres tenemos un rol protagónico.
Yo creo firmemente en este tema y lo he confirmado a través de mi experiencia personal. Siempre he procurado, junto a mi esposo, estar involucrados en la formación de nuestros hijos, por ello, para facilitar el trabajo, elegí una escuela y los inscribí en actividades extra curriculares que promovieran la presencia y participación de los padres; los resultados han sido extraordinarios.
Kate Fogarty y Garret D. Evans, profesores asistentes en psicología del Departamento de Ciencias de la Familia, la Juventud y la Comunidad, Servicio de Extensión Cooperativa de la Florida, Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas, de la Universidad de Florida, indican que varios estudios demuestran que la mayoría de los hijos de padres afectuosos e involucrados en su crianza desarrollan claras ventajas sobre los demás.
Mayor salud física y emocional.
Mayor compromiso con sus familias.
Asistencia y puntualidad a clases y entrenamientos.
Mejor conducta.
Mayor rendimiento y oportunidad de cursar estudios superiores o más avanzados.
Aumento de su autoestima y control emocional.
Mayor desarrollo de habilidades sociales
Menor oportunidad de incurrir en vicios, actividades delictivas o violencia.
Mayor éxito en el logro de sus metas
Alcanzan más balance y generan más felicidad y bienestar en sus vidas.
Mayor preparación y herramientas para ser mejores parejas y padres en el futuro.
Imagino lo que estás pensado: ¡Esto no es fácil! Y tienes toda la razón, pero el inmenso sacrificio que supone ser un padre involucrado en todos los ámbitos de la vida de tus hijos tiene una bellísima recompensa. Quienes establecemos vínculos sanos y seguros con ellos, sentimos mayor estabilidad emocional, mayor capacidad para manejar el estrés y superar obstáculos, mayor motivación, éxito, satisfacción y bienestar en nuestras vidas.
Si ya eres un padre involucrado en la vida de tus hijos ¡felicitaciones!, y si no, recuerda que siempre es un excelente momento para comenzar y dejar en ellos
tu huella.
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